Para cada niña que conocí en Honduras

Hace casi 5 años me despedí de mis amigos y mi familia, mi trabajo y mis estudios para poder ir a Honduras. Fui llamada como una misionera del Señor Jesucristo con un solo proposito --invitar a las personas a venir a Él.

Llevo más de 3 años ya en mi casa aqui en los Estados Unidos, pero todavia pienso en las personas que conocí en Honduras. Las recuerdo con mucho cariño, pero en especial a las mujeres jovenes que eran mis amigas. Siempre me gustaba enseñar, pero aun más a las mujeres jovenes.

Creo que es porque cada una que conocí tenía un corazón tan bueno. Algunas se bautizaron, algunas no. Algunas se bautizaron pero dejaron de ir a la Iglesia por una razón o otra. Algunas ya eran miembros de la Iglesia. Pero a cada una de ustedes, mis queridas amigas catrachas, quiero decirles un par de cosas.

1. Todavía las amo y las recuerdo mucho. Mucho ha cambiado en mi vida desde que regresé. Me casé con un hombre increíble y después tuve una hija hermosa. Pero creenme cuando digo que mi familia saben (o sabrán) de ti. Hasta que el segundo nombre de mi hija es Belén, por una niña linda que conocí cuando estaba en Satélite. Aprendí mucho de cada una de ustedes. Fueron, son, y siempre serán una parte enorme en mi vida.

2. Todavía quiero decirles lo mismo que las decía cuando estaba en la misión. Son hijas de Dios. Hijas especiales que tienen valor más de los que pueden imaginar. En Honduras, igual que en el resto del mundo, es muy fácil olvidar eso. Es fácil dejar que un tipo te maltrata porque no te valora. Pero quiero que ustedes exigen respeto. Recuerden que son hijas de un Rey. Son bellas, cada una de ustedes.

3. Todavía testifico que la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es la Iglesia de Jesucristo aqui en la Tierra hoy. Ha sido restaurado y tiene las llaves de la felicidad y la vida eterna. Si tengan preguntas o quieran aprender más, preguntanme, o vayan aqui.

Y si quieren hablarme, POR FAVOR, mandenme un mensaje. En Facebook o si no, mi correo es hannah.de.cabrera@gmail.com. Me encantaría escuchar de ustedes, en serio.

Las amo, hermanitas, y todavia considero cada una de ustedes como mi hermana.

Sean fuertes y valientes y no se desanimen nunca!

Con mucho amor,

La Hermana Fairbrother

(La hermana fer)

(Hannah)